sábado, 21 de enero de 2012

Princesa necesita urgentemente príncipe...


Andrómeda, princesa etíope hija de los reyes Cefeo y  Casiopea, debía ser, según el oráculo de Amón, la víctima que aplacase a las Nereidas y librase a su país de un monstruo enviado por Posidón que asolaba las tierras. Casiopea se había jactado de ser más bella que las hijas de Nereo y ellas, ofendidas, habían conseguido vengarse por mediación del dios del mar.¿Qué es eso de que una simple mortal pretenda superar a unas diosas?


Atada a una roca, en espera de un triste final, Andrómeda ve acercarse por allí un joven provisto de sandalias aladas. Es el joven príncipe Perseo, hijo de Zeus y Dánae, que regresaba con la cabeza de Medusa de vuelta hacia Grecia. Enamorado de la joven nada más verla, Perseo consigue de Cefeo la promesa de hacerla su esposa si consigue liberarla, algo que hace a espada, sin necesidad de recurrir a la mirada petrificadora de la decapitada Gorgona, que llevaba bien guardada en un saco. Esta le sería, en cambio, de gran utilidad poco después para librarse del hermano de su nuevo suegro, Fineo, el prometido de Andrómeda, que se la disputa aunque no hubiera hecho nada por ella en el momento crítico. 


G.Moreau


Perseo y Andrómeda se van lejos, a Argos, y luego a Tirinto, donde tienen muchos hijos, eslabones de una familia con conocidos miembros. Por ejemplo, un nieto de la pareja es Anfitrión, el esposo de Alcmena, y padre de Ificles, hermano medio gemelo de Heracles, en cuyo palacio se crió el hijo predilecto de Zeus.

Ahora bien, si Andrómeda es etíope (término que literalmente quiere decir “de rostro quemado”-quemado, según la mitología, por Faetonte cuando no fue capaz de refrenar a los caballos del carro que le había prestado Helios, los cuales, desbocados, se acercaban peligrosamente al suelo-), debería tener la piel oscura, por más que en el arte se la represente de un blanco radiante.

J.A.Ingres


Existe otra tradición racionalista según la cual Cefeo era el rey de Yope, la tierra que en el futuro se llamaría Fenicia, y que se extendía desde el mar Mediterráneo hasta el Mar Rojo y Arabia. Andrómeda tenía dos pretendientes: su tío Fineo y Fénix (epónimo de Fenicia). Cuando Cefeo decide casarla con este último, y para no ofender a su hermano, conviene con Fénix simular un rapto cuando la joven se encuentre en un islote en el que se hacían sacrificios a Afrodita. Fénix iba en un barco llamado “Ballena”. Al verlo, Andrómeda se asusta, comienza a gritar y en ese momento aparece Perseo, que petrifica (de sorpresa) a los que iban en la nave y se lleva a la joven ante cuyos encantos se ha rendido a primera vista.

En la actual Yaffo (Israel), ciudad muy cerca de Tel Aviv, poco queda de la otrora célebre roca de Andrómeda. Al parecer estorbaba para las obras del puerto. Corren malos tiempos para cándidas princesas en espera de príncipes… Hay que solucionarse solas los problemas, como hacen las heroínas...


Roca de Andrómeda-Joppa

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